Retomamos nuestra ruta y seguimos inmersos en la frondosidad del bosque en un valle tan profundo
que parece que nunca va a dar el sol. A poco más de una hora llegamos a
dos lodges llamados Riverside y Woodland, en cualquiera de los dos podemos hacer una parada para reponer fuerzas. Seguimos el camino y cruzamos de nuevo el río por un
puente, con una estructura mucho más moderna que los anteriores pero no
por ello más bonita, inaugurado a finales de 2017. Hasta entonces el
camino discurría por la otra orilla, pegado al río y a las peligrosas
paredes verticales marcadas por los derrumbamientos producidos en el terremoto de 2015. Continuamos nuestra ascensión, el bosque
poco a poco comienza a abrirse y lo primero que nos enseña es la
majestuosa imagen de las cumbres Langtang Lirung (7227m) y Langtang II
igual de espectacular a pesar de no ser tan alto.
De repente el paisaje cambia completamente, el bosque deja paso a
extensas praderas que se elevan por encima del pedregoso cauce del río.
Llegamos a Ghora Tabela cruzando el río por un puente provisional de
madera mientras se está construyendo el definitivo. Todos los
trabajos de recuperación de los caminos y puentes se están haciendo sin
ayuda gubernamental y con mucha ayuda de ONGs.
En la recta final de esta etapa se mantiene el paisaje de suaves praderas en un un amplio valle rodeado de impresionantes montañas, el camino estrecho
zizagea subiendo y bajando pero manteniendo bastante la altura. Ya estamos por encima de los 3000 metros y es conveniente llevar un paso cómodo que nos ayudará a una mejor aclimatación.
Pasamos Tyangsyap, donde se puede hacer un alto para comer en la terraza de uno de sus lodges con amplios y soleados ventanales. Un poco más allá, de repente a lo lejos se comienzan a distinguir los tejados azules tan representativos del pueblo de Langtang y del que ya solo nos separa un amplio pedregal. Cruzando esta pedrera nos damos cuenta de la magnitud del terremoto que en abril de 2015 asoló esta zona de Nepal y enterró todo el pueblo dejando en pie una única casa que se mantiene pegada a la montaña.
Pasamos Tyangsyap, donde se puede hacer un alto para comer en la terraza de uno de sus lodges con amplios y soleados ventanales. Un poco más allá, de repente a lo lejos se comienzan a distinguir los tejados azules tan representativos del pueblo de Langtang y del que ya solo nos separa un amplio pedregal. Cruzando esta pedrera nos damos cuenta de la magnitud del terremoto que en abril de 2015 asoló esta zona de Nepal y enterró todo el pueblo dejando en pie una única casa que se mantiene pegada a la montaña.
Nos recibe a la entrada del pueblo una estupa todavía en
construcción, monumento en homenaje a los más de 200 fallecidos de todas
las nacionalidades y cuyos nombres se recuerdan grabados en unas placas
de piedra.
Al fondo divisamos la única casa que se mantuvo en pie durante el
terremoto en esta aldea de 600 habitantes.
En el pueblo hay un movimiento frenético de albañiles, canteros y
carpinteros dedicados a reconstruir el pueblo. Las guest houses y los lodges ya están
funcionando, aunque se pueda ver que hay algunas sin terminar, y la oferta de alojamiento es abundante.